viernes, 28 de mayo de 2010

¡Hola Mexico! ¡Hola Paul!



Una vez mas me equivoco, pero esta es una de esas ocasiones en las que me alegra haberlo hecho, mi error fue suponer que un artista tan grande no podía dar mas de lo que ya había dado, pensé que en esta ocasión se vería afectado por la edad, pensé que su calidad musical cada día era menos; Pero no, el hombre logró hacer que 55 mil personas cantáramos y gritáramos de emoción a cada segundo, no hubo momentos de silencio, hasta en las canciones mas tranquilas se podía escuchar el estruendoso canto de miles de almas entregadas al músico quien no dejo de agradecer al publico las muestras de cariño y respeto bien merecidas.

Y no es por su fama por lo que gritamos, la entrega del hombre, el talento, todas esas cosas que lo hacen ser el músico que es; el manejo increíble del escenario y la increíble forma de tocar el piano, la guitarra eléctrica, la guitarra acústica, la mandolina, el ukelele y por supuesto el bajo; respaldan su exitosa carrera.

Un concierto que duró tres horas en las que la lluvia nos hizo el favor de dejarnos disfrutar de la música, tres horas en las que la luna asomada se perdía entre las luces de los celulares, lamparitas y encendedores; una luna que parecía querer participar de tan grande evento.

Dichosos los que podrán asistir al concierto de hoy, felices los que pudimos ser parte de esas tres horas de excelentes canciones del músico vivo más grande de los últimos tiempos: Sir Paul McCartney.

martes, 25 de mayo de 2010

Esos ojos

El calor de las personas, todo sudor, todo rápido; y ver a lo lejos el atardecer rosa, enorme y bello. El calor humano agobiante pero… esos ojos tan… tan indescriptibles, ese atardecer visto desde las nubes, el rosa entre las montañas, y otra vez esos ojos; y en la cabeza una canción que no deja de sonar mientras el cuerpo se siente húmedo, atrapado y… esos ojos, esa mirada, una vida que no se puede conocer. ¿Dónde estuviste toda mi vida? ¿A quién amaste? ¿Cuándo tu mirada será mía?

Esos ojos, esa canción, ese atardecer; y una vez más los ojos no me miran, la canción termina y el atardecer se vuelve noche.

jueves, 6 de mayo de 2010

Festejos

¡Los seres humanos son primero! esta afirmación parece no tener sentido, o más que no tenerlo parece haber sido olvidado o confundido.

Estamos frente al ejemplo más grande de dicho descuido: los festejos del bicentenario de la independencia y del centenario de la revolución mexicana. Estos festejos nos muestran la forma en que se olvida que ¡Los seres humanos son primero! Pero ¿A qué me refiero con esto? Simple: Honrar la historia es importante pero de manera equivocada se piensa que los ideales independentistas y revolucionarios son enaltecidos con grandes celebraciones y majestuosos monumentos.

¡Los seres humanos son primero! Esta frase en este contexto supone que honrar la independencia y la revolución no es el derroche de recursos sino mantener y continuar los ideales (suponiendo que los hay) que dieron forma a estos movimientos ¡Igualdad, Justicia y Libertad!

Qué mejor forma de honrar la historia que haciendo del presente del ser humano un lugar justo donde no se gaste en monumentos lo que se puede gastar en propiciar condiciones de igualdad y libertad para el ser humano.

No hay nada que festejar, la revolución no ha terminado, no hemos alcanzado un estado de equilibrio mientras supongamos que es más importante ensalzar a los caudillos que luchar por condiciones favorables para el desarrollo de todos en todo momento.

Sigamos pensando en esto...