Supe de un tipo en un bar, este hombre entró haciendo ademanes con las manos esperando que todos lo notaran, al llegar al centro del lugar lo vio lleno de personas, entonces sacó una metralleta de entre sus ropas y apuntó a la multitud, comenzó a disparar hacia todos lados, no había lugar en el que no descargara toda su furia, al terminar hizo una mueca parecida a una sonrisa esperando ver el magnifico numero de victimas en el piso, grande fue su sorpresa al descubrir que no había muertos, ni siquiera heridos, no podía creerlo, ni marcas en los muros encontró.
Supe que nadie se molesto en llamar a la policía, siguieron con sus pláticas y bailes, solo les quedo el susto de haber sido elegidos por el loco de la metralleta, pero el miedo pasó rápido al recordar que el loco no tuvo la puntería para causar la más mínima herida.