sábado, 31 de octubre de 2009

Hay un fantasma en mi tejado

Hay un fantasma en mi tejado que todas las noches me impide conciliar el sueño, llega con un grito de dolor y angustia que marchita todo sentimiento de felicidad en mi corazón, llega y permanece incluso en los días mas bellos, grita y clama por lo que le hice y me atormenta sin articular una palabra.

Hay un fantasma en mi tejado que todas las noches me ve con tristeza y me reclama el olvido, hay un fantasma que no me deja tranquilo.

Hoy me ha torturado otra vez, me ha mostrado su rostro, me ha dejado ver sus ojos llenos de lagrimas y de dolor ahogado en el olvido, me ha dejado ver sus gritos reflejados en dos ojitos llenos de ternura y de dolor, me ha dejado ver la grandeza de mi maldad en un cuerpecito roto, en un caminar lento, en una mirada que solo pedía respeto.

Hoy me viene a torturar otra vez, con esos ojos que jamás olvidaré, ojos de amor, ojos que clamaban piedad, piedad que anhelaba libertad, libertad que necesitaba amor.

Hay un fantasma en mi tejado, un fantasma que yo mismo cree, un fantasma que me recuerda toda una vida de esclavitud y de odio, un fantasma que me recuerda las horas del día, un fantasma que me necesitaba.

Hay un fantasma en mi tejado que sobrevive por mi mano, al cual no dejaré morir dos veces, el que me atormentará para toda mi vida porque yo debo pagar mi descuido, porque debo pagar el olvido.

Mañana habrá un fantasma en mi tejado sin duda, mañana me sentare a su lado, mañana le hablaré de su hijo, mañana le contaré un cuento, mañana espero que me perdone aunque no lo merezca, mañana esperaré que vuelva.

Soy un fantasma en el tejado.

domingo, 4 de octubre de 2009

No ser o no pertenecer



No ser de algún lado. Incomodidades que ya se veían venir, infames sonrisas, pensamientos vagos y el humo hostigante a cada momento; tiempos recorridos, salidas negadas, solamente los amigos me han salvado. No ser de algún lado. Esperar y esperar, ver pasar la vida en un escritorio, los gatos caminar, los perros ladrar, seguir las discusiones de los mayores.

No ser de algún lado, nunca mas allá, nunca mas aquí.


Mejor dicho ¡No pertenecer!